Ratas de ciudad

Ratas de ciudad

Derribar estigmas, romper prejuicios, señalar comportamiento sociales nocivos es el objetivo que plantea este proyecto de humor gráfico realizado por un artista plástico caribeño que firma su trabajo bajo el seudónimo de Ratilla.

La iniciativa nace de una vivencia del artista con privados de libertad, con quienes tuvo la oportunidad de compartir impartiendo talleres. Esta experiencia marcó de forma profunda su pensamiento respecto a los prejuicios y las etiquetas con las que la sociedad marca a las personas.

Para “Ratilla”, el trabajo junto  privados de libertad cambió profundamente su visión de la sociedad y la cultura. En su propias palabras: “Entendí que cualquier persona puede llegar a estar en una prisión, por muchas circunstancias y que el prejuicio que recae sobre ellas es casi una condena en sí misma”.

Esta condena social, no solo recae sobre la persona que incurrió en un delito, afecta también a su familia y permanece aún después que el privado de libertad ha cumplido con su condena; manifestándose en el rechazo social, familiar y sobre todo la dificultad de encontrar empleo, expresó.

Talento y sensibilidad

“Ratilla” es un artista de formación académica; entre sus principales influencias se encuentra un pintor del siglo XVI conocido como El Bosco, un artista particular, creador de imágenes fantásticas y grotescas; como en su obra El jardín de las delicias, actualmente expuesto en el Museo del Prado, en  Madrid.

Importante ejemplo también para esta Ratilla, es el caricaturista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón o Quino, orgulloso padre de nuestra querida Mafalda, esa niña pesimista que nos hacía pensar en la realidad y sobre todo cuán patética es esta sociedad.

El artista guarda especial cariño por las historietas de Memin Pinguin, historieta mexicana, escrita por Yolanda Vargas Dulché, acerca de un niño que vivía con grandes problemas de exclusión social y por supuesto el célebre Condorito, historieta chilena, publicada por primera vez el 6 de agosto en 1949, creada por René Ríos Boettiger, Pepo.​

Artistas plásticos rurales

Conocer artistas del Caribe es siempre una experiencia nueva y estimulante, ya que los políticos que han gobernado los cantones que conforman la provincia de Limón nunca se han preocupado del desarrollo cultural, artístico de sus habitantes. Esta es una realidad generalizada de la provincia y por supuesto un grave problema social, ya que los artistas históricamente han sido una vanguardia en el desarrollo de las sociedades, gracias a su capacidad de anticipar y exponer mediante su trabajo las injusticias y problemas de la época en la que viven.

Ratilla y su lápiz ácido a veces oscuro es un ejemplo de cómo el arte es una herramienta de cambio social, con un gran poder para transformar nuestra cultura y sobre todo denunciar el absurdo con el que debemos convivir y que tantas veces nos aliena y nos transforma en seres llenos de prejuicios y violencia.

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