Actualmente, el tema de la lucha ambiental y, en particular, la decisión de ser o no carbono neutral están presentes en la mente de los directores y empresarios de la gran mayoría de las empresas de avanzada a nivel mundial, incluyendo líderes de mercado de empresas grandes y pequeñas y, por supuesto, de multinacionales y multilatinas. La pregunta que surge de esta inquietud es siempre a misma. ¿por qué neutralizar la huella de carbono de la organización? Esta inquietud es válida, debido a que el tema de la lucha contra el cambio climático y la descarbonización se han convertido en temas prioritarios para el futuro desarrollo económico internacional y afectarán a todas las economías y empresas a nivel mundial.
La realidad es que las condiciones objetivas del mercado han cambiado rápidamente desde la firma del Acuerdo de París (2015). En la actualidad, existen tres fuentes de presión que están influyendo en el comportamiento del mercado a nivel global, abriendo las puertas a una nueva economía, a saber:
- 1) La lucha contra el cambio climático se ha convertido en una prioridad a nivel mundial, para gobiernos, organismos internacionales, reguladores de mercado y grandes multinacionales.
- 2) La preocupación de la población por el tema ambiental está cambiando rápidamente los gustos y preferencias del consumidor, incrementando la demanda por productos, servicios y empresas amigables con el ambiente. Esta evolución de la demanda afectará no solo las ventas de las empresas que no realicen esfuerzos ambientales, sino también su acceso a recurso humano de calidad.
- 3) La crisis climática y las presiones internacionales están afectando no solo las políticas de gobierno en materia de descarbonización y cambio climático, sino también de las multinacionales y multilatinas que ya sufren, económicamente, los embates de los eventos climáticos extremos.
Los efectos
Dichas presiones ya se sienten, en mayor o menor medida, a nivel latinoamericano. Por su parte, los gobiernos sufren las presiones provenientes de sus compromisos en el Acuerdo de París, ya que, bajo el actual nivel de cumplimiento de los compromisos gubernamentales será imposible detener la crisis climática. Asimismo, los exportadores de la región, poco a poco, sufren mayores presiones Carbono Neutralidad y Estrategia Empresarial de sus importadores en Europa, que, a su vez, reciben presiones de sus gobiernos y consumidores para unirse a la lucha climática. Presiones similares son experimentadas por las operaciones regionales de las compañías multinacionales y multilatinas, las grandes empresas locales, así como las empresas que operan en sectores considerados como grandes contaminantes (transporte, petróleo, energía, alimentación, moda, minería, etc.) y las empresas enfocadas en satisfacer las necesidades de consumidores jóvenes (millennials o Generación Z). Estas organizaciones y los gobiernos influyen, directa o indirectamente, en la mayoría de las cadenas de valor de la región, por lo que es muy probable que, a futuro, las empresas de América Latina se vean forzadas por sus clientes B2B, por sus consumidores o por los gobiernos, a
tomar acciones climáticas tangibles y verificables.
Algunas de las presiones que soportan los gobiernos y empresarios son bastante visibles, por ejemplo: cada vez son más las naciones que implementan sistemas de compras públicas sustentables; los sectores navieros y de transporte aéreo se han comprometido a reducir sensiblemente sus emisiones de carbono; los bancos más importantes ya empezaron a solicitar acción climática como condición para la emisión de préstamos, lo mismo está sucediendo a nivel de préstamos internacionales de desarrollo por parte de gobiernos y organismos financieros internacionales, y cada vez es más común ver a los bancos ofreciendo créditos verdes o sostenibles.
Por su parte, el enfoque de las compañías multinacionales y multilatinas se está dando no solo en la reducción de su propia huella, sino también en la huella de carbono de sus cadenas de suministros. En general, cada vez son más los gobiernos y empresas que demandan de sus proveedores pruebas de desempeño ambiental, como lo son certificaciones o declaratorias
De la misma manera, los gobiernos de la región reciben cada vez mayores presiones por parte de organismos internacionales, multilaterales, multinacionales y de otros gobiernos, por cumplir y aumentar sus compromisos ambientales, todo lo cual terminará por producir grandes esfuerzos por descarbonizar las economías de la región. En la actualidad, ya se observa el surgimiento de dichos esfuerzos, en forma de planes de descarbonización, sistemas de compras públicas sustentables, planes de adaptación y mitigación, etc. Si bien, actualmente, la participación en estos programas es voluntaria para las empresas (certificaciones y declaratorias), representan una oportunidad de mercado; de agravarse la crisis climática, como se espera, pronto llegarán los requisitos obligatorios en la forma de prohibiciones, impuestos al carbono y similares. En algunos países, también se espera que surjan incentivos como exenciones de impuestos y preferencias a proveedores certificados como sostenibles y carbono neutrales