La empresa holandesa APM, encargada de las obras de construcción de la terminal de contenedores en Moín, promueve entre grupos comunales de la provincia el respaldo al Comité de Responsabilidad Social Empresarial, el cual tiene como objetivo generar proyectos de desarrollo y sentido social y respeto al ambiente.
El comité tiene el aval de la Cámara de Comercio de Costa Rica, el gobierno central y representantes cantonales de la Federación de Cámaras del Caribe.
La importancia de este comité es que podrá acceder a un porcentaje del canon de 7,5% que entregará APM Terminals a la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) para proyectos de bienestar social, educación y ambiente entre otros.
Según miembros de la Federación de Cámaras, la iniciativa de crear el comité se le hizo saber al ministro de Obras Públicas y Transportes, Carlos Segnini, para que le diera seguimiento y cobre total relevancia cuando la terminal empiece a operar.
Mediante el comité se quiere fomentar un modelo de participación ciudadana que beneficie a los limonenses, que tenga la capacidad de verificar contrataciones, respetar la parte ambiental y estar vigilante del proceso de construcción.
Además definir en qué se va a invertir los recursos, es de vital importancia fijar los criterios de distribución del dinero por cantón, un tema en que se ha avanzado poco, según reconoce una dirigente de ADECO, pero rescató que las municipalidades, al ser el enlace natural de Japdeva durante años, no deben tener problemas para avanzar en ese sentido.
Para uno de los consultores internacionales que asesora a la Federación de Cámaras, esta ha generado un potente liderazgo nacional e internacional y notable desarrollo a nivel cantonal. Los líderes de las cámaras tienen notables ventajas comparativas, en cuanto a liderazgo, lo cual será un aliciente para llevar a cabo los proyectos del comité. Para seguir avanzando es necesario fortalecer las cámaras cantonales y sus capacidades.
APM es una empresa de capital holandés, que posee terminales de contendedores en 40 países. En América Latina tienen presencia en México, Perú y Brasil.
Se basan en tres principios: ambiente, seguridad, comunidad como criterios indispensables para considerar instalarse en un país.
Como parte del Plan maestro de desarrollo, y la necesidad del país y Japdeva de una terminal portuaria para navíos Panamax y Postpanamax, Costa Rica sacó licitación en 2001 y APM ganó la concesión por 33 años, divididos en una etapa de construcción que dura 3 años y los restantes 30 de operación de los muelles, bajo la tutela de Japdeva.
Se destaca que, hasta la fecha, han contratado 30 tipos de profesionales, entre geólogos, ingenieros físicos, oceanógrafos y realizará una inversión total de 600 millones de dólares para el país.
En la actualidad cuenta con 17 programas en la parte ambiental y social, entre los que figuran el aseguramiento de impactos positivos, manejo de erosión de costa y fondo marino, manejo de la fauna y flora terrestre, entre otros.