El estrés es un proceso natural que responde a la necesidad que tiene el ser humano de adaptarse a su entorno. Genera una respuesta automática ante condiciones externas que resultan amenazadoras o desafiantes, y que requieren un empleo de recursos físicos y mentales para hacerles frente.
Experimentar estrés puede ser beneficioso, en tanto sirva de estímulo para sacar adelante las jornadas diarias; o para hacer que los individuos se salgan de sus zonas de confort, y logren cumplir un objetivo.
Sin embargo, cuando el estrés es excesivo (estrés crónico), deja de ser un estímulo y se transforma en un problema. Si persona experimenta estrés de manera frecuente podría estarse exponiendo a un gran riesgo, con efectos tanto en el plano físico como emocional.
Preste atención a los efectos del estrés
En el plano fisiológico, puede provocar trastornos cardiovasculares (hipertensión arterial, taquicardias o enfermedad coronaria); respiratorios (asma bronquial o hiperventilación); gastrointestinales (úlcera péptica, colitis ulcerosa y estreñimiento); dermatológicos (sudoración excesiva y dermatitis), musculares (tics, temblores, contracturas) y sexuales (impotencia, eyaculación precoz, coito doloroso y alteraciones del deseo).
En el plano psicológico, se pueden observar alteraciones como miedos, fobias, depresión, trastornos de la personalidad, conductas obsesivas y compulsivas, y alteraciones del sueño. Todas estas alteraciones pueden estar acompañadas por trastornos cognitivos, como incapacidad para la toma de decisiones; dificultad para concentrarse; olvidos frecuentes e irritabilidad.
La importancia de un estilo de vida saludable
En una época como la que se vive actualmente, con un ritmo de vida acelerado y competitivo, el estrés se ha convertido en el pan diario de muchas personas en el mundo. Por eso, procure tener en cuenta los siguientes consejos:
Mantener una mentalidad positiva: evitar el pesimismo, aprender a ver las cosas buenas de la vida, y disfrutar al máximo cada vivencia.
Controlar las reacciones de nuestro organismo ante situaciones estresantes: mediante técnicas de relajación física y mental; y de control de la respiración; el yoga y la meditación pueden ser grandes aliados contra el estrés.
Tener una alimentación sana y hacer ejercicio: la alimentación influye de manera directa en la mente de las personas, procure evitar alimentos chatarra; y seguir adecuadamente los horarios de comida. Además, realice actividad física con frecuencia, este es un mecanismo muy efectivo para disminuir preocupaciones; recuerde el lema “mente sana en cuerpo sano”.
Socializar: es muy importante rodearse de personas cuando sienta tensión; debe buscar el apoyo de amigos y familiares; además, procure conocer personas nuevas. Lo peor que puede hacer una persona crónicamente estresada es aislarse de la sociedad; pues quedaría a merced de sus pensamientos.