Dra. Cindy Cardona García
Médico Fisiatra del Hospital
de Guápiles
El envejecimiento de nuestra población se acrecienta. La osteoartritis (OA) o desgaste se presenta desde la mediana edad y constituye una causa importante de búsqueda de asistencia médica, con un costo económico, social y psicológico. Es una enfermedad crónica que afecta las articulaciones, particularmente las que soportan peso.
Es más común en pacientes mayores, pero puede ocurrir en pacientes jóvenes debido a un mecanismo genético o un trauma en la articulación debido la falta de una técnica adecuada al ejercitarse. En Estados Unidos cada año 39 millones de personas son atendidas por esta enfermedad y más de 500 000 necesitan ser hospitalizadas. Se estima que para el año 2020, más de 60 millones serán afectados y de ellos, 11.6 millones tendrán cierto grado de limitación en sus actividades. A los 55 años un 28% de los hombres y mujeres muestran señales de desgaste en la rodilla y 23% en las articulacions, y a los 75 años un 100% de los hombres y mujeres tienen algún grado de OA. Por sexo es igual en hombres y mujeres hasta los 55 años, después de la cual hay una mayor prevalencia en mujeres.
En la etapa temprana hay un aumento de las metaloproteínasas, afectando la degradación del cartílago, y en la porción media del hueso encontramos esclerosis caracterizada por una reducción de la concentración de ácido hialurónico. Este ácido es el componente principal del fluido sinovial, encargado de proporcionar la viscosidad que brinda la resistencia o elasticidad necesaria a las articulaciones.
El síntoma más frecuente de la osteoartritis es el dolor, tanto por exceso de utilización como por la inactividad prolongada de la articulación. Las articulaciones que con mayor frecuencia resultan afectadas son las de la cadera, las rodillas, los dedos de las manos, los pies y la columna vertebral. Inicialmente los pacientes sienten dolor durante alguna actividad. Pueden tener rigidez de las articulaciones en la mañana menos de 30 minutos, crépitos —el sonar como cascara de huevo— a la movilización de las articulaciones y deformidad con mal alineamiento de los huesos.
Cabe mencionar los posibles factores como la genética, la obesidad o condiciones biomecánicas locales como debilidad del muscular, híper laxitud, incremento de la edad, sexo femenino, desordenes metabólicos, mecanismos repetitivos laborales y traumatismos.
El diagnóstico de la osteoartritis es clínico con una historia de dolor de articulaciones, y los rayos X pueden ayudar a confirmar la enfermedad, mostrando la reducción del espacio entre articulaciones.
En el Tratamiento es fundamental la rehabilitación, que es un conjunto de acciones dirigidas a restablecer la capacidad funcional del individuo en las esferas biológica, psicológica y social ante la existencia de discapacidades por las secuelas de la enfermedad. Participa un equipo multidisciplinario conformados por un médico fisiatra, terapista físico, terapista ocupacional, técnico ortésista y psicología. El Programa de rehabilitación conlleva cambios en el estilo de vida, ejercicio y pérdida de peso.
La mayoría de investigaciones se enfocan en ejercicios de estiramiento combinados con ejercicios aeróbicos, particularmente los de bajo impacto (natación o bicicleta). El Tai Chi ayuda con la reducción del dolor de rodilla. El uso de dispositivos como rodilleras y un bastón en la mano opuesta, en el caso de la osteoartritis de cadera, puede ayudar a mejorar la movilidad del paciente. La terapia física como hidroterapia, tanque de Hubbard, remolino, piscina, termoterapia, compresas calientes, parafina en manos, baños de agua caliente, electroterapia o corrientes, también son muy útiles.
La terapia ocupacional que es la evaluación de cómo el paciente efectúa sus actividades de la vida diaria, así como el re-entrenamiento del paciente y uso de aditamentos que puede ser necesarios como tablillas, férulas y dispositivos protésicos. Otra alternativa como la acupuntura también es útil. En fármacos tenemos como las inyecciones intra-articulares de esteroides, que pueden proporcionar alivio del dolor en la OA, y las inyecciones de hialurónico. Además existen medicamentos que han pasado pruebas de investigación como la Glucosamina y Condritina, y analgésicos tópicos como Capsaicina. Consulte a su médico sobre ellos.
El pronóstico de la OA depende únicamente de las articulaciones involucradas y la severidad. El nivel y tipo de medicación son para aliviar el dolor y los síntomas. En los pacientes que pasan por un reemplazo de articulaciones el pronóstico siempre es bueno, pero las prótesis pueden requerir revisión 10-15 años después de su instalación, dependiendo del nivel de actividad del paciente.