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● El presidente electo reitera la seguridad jurídica en el proyecto del nuevo puerto de Limón, pero acataría el fallo de las apelaciones
pendientes.
● La Ruta 23 será prioridad, mientras que la reactivación del ferrocarril tendrá que esperar a que concluyan sus mejoras en el Área Metropolitana
El pasado sábado 29 de marzo el entonces candidato a la presidencia por el Partido Acción Ciudadana, Luis Guillermo Solís, visitó
el cantón de Pococí como parte de su gira de cierre de campaña. A su paso por Guápiles brindó algunas declaraciones a El Independiente sobre el futuro desarrollo de la provincia de Limón.
¿Cómo ha percibido esta gira por la región caribeña?
—He estado muy emocionado, muy contento. Muy conmovido con el apoyo tan grande que he recibido de la gente. Recordaba el inicio de esta campaña en donde casi nadie llegaba a nuestras reuniones, y ahora creamos una nueva forma de entender que
la política sí puede ser hermosa y eficiente, y es algo que me compromete mucho. Saber que hay tantos problemas pero que vamos a atenderlos con una nueva óptica me hace sentir muy responsable y abrumado por tanta responsabilidad.
Históricamente la provincia de Limón ha estado relegada, ¿qué puede esperar el pueblo caribeño a partir del seis de abril?
—Una atención muy especial de parte del gobierno, tanto Guanacaste, Limón y Puntarenas. Debemos garantizar que los problemas se empiecen a resolver. No podemos obviar la inseguridad, la pobreza, la exclusión, la falta de empleo para miles de jóvenes, especialmente para mujeres jóvenes. Yo siento que tenemos un trabajo que no se va a resolver en cuatro años, de problemas que se han creado a lo largo de décadas. Lo que sí es cierto es que van a tener un gobierno que va a renovar la atención de estos suntos.
Hubo un proyecto que se eliminó y que el pueblo consideraba fundamental para el desarrollo: el ferrocarril. ¿Qué podría esperar
de su gobierno el pueblo limonense al respecto?
—Con respecto al ferrocarril yo creo que tiene todo el sentido del mundo recuperarlo. Sin embargo ahora es más difícil recuperar a vía o garantizar que se tendrá en buen estado un transporte de carga adecuado. Va a haber forma de rescatar ese ferrocarril, pero vamos a empezar creando un ferrocarril interurbano en San José al tiempo que buscamos medios para para garantizar que se reactive más la economía de esta región.
Entiendo que se pronunció a favor del proyecto de puerto de Limón…
—Me pronuncié a favor de la seguridad jurídica que tiene una expresión en ese proyecto. Ese proyecto no es un fin en sí mismo, forma parte de un conjunto de temas en aras a que a Costa Rica le siga llegando inverión extranjera directa, y es muy complicado
partir de una negativa a aceptar contratos suscritos y firmados por instituciones del Estado. Ese principio, si se toca, crea una incertidumbre internacional sumamente seria que Costa Rica no puede permitirse en un momento como este.
Si queremos reactivar la economía y hacerla crecer, no puede haber ninguna duda de que Costa Rica respeta lo que firma. Sobre el contenido del contrato no quiero pronunciarme porque fue negociado por el gobierno de Laura Chinchilla y por el gobierno de Óscar Arias. A mi lo que me corresponde es respetar lo que digan los tribunales de justicia. Eso es, un tratado o convenio que está refrendado pero que también tiene que encarar varios recursos interpuestos en su contra.
Así es que respetaré escrupulosamente lo que diga la ley. Y sobre la Ruta 32, que está totalmente saturada, ¿qué puede esperar este pueblo?
—Desarrollarla. Yo quiero una Ruta 32 de cuatro carriles no hasta Moín, sino hasta Limón. Y quiero que se haga rápido y quiero que se haga bien. No quiero que haya ninguna duda de que el gobierno del PAC quiere la Ruta 32, pero no la quiere con oscuridad ni con claúsulas que no están claras. Y no la quiere a cualquier precio, la quiere para garantizar que esta región acelere un nuevo instrumento para su desarrollo y la ruta es uno de esos hitos.
