PRIMER CONGRESO DE LA AGROINDUSTRIA PROMUEVE CAMBIOS EN LA PRODUCCIÓN DE LA ZONA

PRIMER CONGRESO DE LA AGROINDUSTRIA PROMUEVE CAMBIOS EN LA PRODUCCIÓN DE LA ZONA

Pabel Bolívar/El Independiente

Pococí realizó su primer Congreso Agroindustrial con la presencia de 207 participantes, un 90% empresarios de Pococí, Guácimo, Cartago, Zarcero y San Carlos. La satisfacción fue grande de parte de los participantes y organizadores, pues permitió debatir el potencial del sector para generar empleo y desarrollo.

Yorleny León Marchena, coordinadora del congreso y directora ejecutiva de la Agencia para el Desarrollo de Pococí (Adepo), expresó que se sienten sumamente satisfechos porque la iniciativa permitió establecer acuerdos sobre cambios futuros que mejoren la situación del agro en la zona.

Según León, la inversión en tiempo y recursos valió la pena porque se plantearon tres nuevas hojas de ruta.

La primera consiste en el lanzamiento oficial del cambio de denominación de Pococí, que pasaría a ser de cantón agrícola a agroindustrial. Esta transformación no es un simple formalismo, porque el cantón cumple todas las condiciones para ser agroindustrial.

En segundo lugar, se busca crear un centro de valor agregado que dé apoyo a la agroindustria, que podría disponer de servicios como investigación, capacitación, transferencia de tecnología o laboratorios donde se mejore la situación de los productores.

Finalmente, se busca crear un nuevo modelo de atención a los productores.

Se ha hablado con jerarcas para lograr otro modelo de atención, ya que se tiene una visión parcializada de lo que es una unidad productiva,   lo cual perjudica a las empresas en su camino a la consolidación.

Ya hay compromiso por parte del MAG, SENASA, CNP, INTA e INA para participar de una nueva plataforma donde la ventanilla única debe llegar a las fincas con una visión global de lo que pasa en ellas.

“El reto está en cómo aprendemos a trabajar juntos, ya hay una comisión interinstitucional para ese proyecto, pero es necesario el esfuerzo entre el sector público y privado para sacar esto adelante”, indicó Yorleny León.

 

EMPRESAS SE UNEN

El ingeniero Óscar Bonilla presentó un proyecto para la transformación de materias orgánicas en energía renovable. Lo formaron un grupo de tres empresas, dos de ellas costarricenses: Desarrollos Naturales para el Ambiente (DNA) y Asesoría Agrícola Ambiental Americana S.A. La tercera es Quazar Energy Group, de capital estadounidense.

El objetivo conlleva trabajar con tecnologías verdes, una alta tecnología en tratamiento de aguas residuales con plantas 100% biológicas, que dan igual o mejores resultados de tratamientos en la agroindustria, aguas residuales municipales, o de cualquier actividad que se pueda encontrar hoy día en el medio.

A esto se le agrega la biodigestión anaeróbica, que utiliza biodigestores termofílicos a nivel industrial de una capacidad para 120 toneladas diarias, que se le tiene que suministrar a este biodigestor para mantenerlo en alta producción.

Con esto se ofrece un servicio a la agroindustria cuyo interés es coordinar trabajos con los piñeros, por ejemplo. En estos días muchos agricultores en diferentes campos necesitan resolver el problema del manejo de los residuos sólidos que se obtienen de plantas de proceso y empacadoras a la hora de cosechar; se producen residuos al cual se le debe buscar un beneficio económico. Esta es la razón de ser de esta iniciativa.

Para producir energía renovable con estos sectores se pueden aprovechar los afluentes orgánicos, tanto sólidos como líquidos en los campos para el mejoramiento de los suelos.

En cuanto a los costos de esta empresa, si un productor trabaja con los residuos de la piña podría tener un reintegro de la inversión en un período de 3 a 5 años.

En cuanto a los costos, Bonilla comparó el precio de un litro de gasolina con uno de metano, en el que este se puede producir a 28 centavos de dólar, cuando en la calle hoy un litro de gasolina vale $1.30.

El metano lo podría sustituir porque Costa Rica maneja suficiente biomasa para reemplazar el combustible que importamos. Esto no se ha desarrollado porque se carece de conocimiento. El ingeniero destacó el caso de Alemania, que tiene instalados 6.500 proyectos de estos produciendo energía.

“Se requiere consciencia, decisión y un apoyo integrado de conjunto del gobierno central, gobiernos locales, productores, ministerios, entre otros actores. Todas las partes involucradas deben unirse y poner estos proyectos a caminar”, afirmó Bonilla.

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