PABEL BOLÍVAR |
EL INDEPENDIENTE |
Dirigentes comunales, ambientalistas y jerarcas de instituciones estatales, valoraron la posibilidad de crear en Guápiles el “Museo del Agua” como forma de generar conciencia entre la población sobre la necesidad de proteger el recurso hídrico.
Aunque no hay un perfil claro de su naturaleza, ya que apenas se han llevado a cabo las primeras reuniones entre los actores sociales pertinentes, se cuenta desde el principio con el respaldo de un representante del Museo Nacional, que estuvo en un espacio de discusión y brindó sus primeras impresiones al respecto.
Para él, antes de hablar de cuánto va a costar un proyecto de esta magnitud, es importante que los gestores delimiten bien los aspectos a tratar y tener objetivos claros, porque hablar de recurso hídrico abarca una gran cantidad de aspectos.
Una vez que se tracen con claridad los alcances de éste, el Museo Nacional se compromete con los responsables de administrarlo a brindar asesoría, capacitaciones y compartir experiencias sobre otros museos de este tipo.
El funcionario hizo énfasis en que los principales involucrados, deben ser los miembros y organizaciones de la misma comunidad, si se quiere que la iniciativa prospere y se mantenga a través del tiempo.
“Un museo es una modalidad educativa no convencional, un espacio que atrae y educa al turismo, pero su principal función es educar a la población”, afirmó.
La propuesta de crear este museo es una oportunidad idónea para transformar la visión que se tiene de los mismos, que normalmente se conciben como algo estático. Con base en la investigación científica y el aporte de la comunidad, se debe crear un perfil de “museo de larga vida”, que esté cambiando día a día.
Rescata que en el cantón hay personas interesadas en asumir el proyecto, y que existe buena acogida, pero que para su concreción debe organizarse el trabajo, mediante comisiones que distribuyan las tareas correspondientes.
Los dirigentes ambientalistas resaltaron la necesidad de alertar a la población, principalmente a los jóvenes, sobre la carestía y contaminación de este vital líquido, y su impacto en la calidad de vida.
También se destacó el impacto positivo que un museo de este tipo tendría para el turismo del cantón, que en la actualidad cuenta con poca oferta para nacionales y extranjeros.
Se ha valorado como espacio para albergar el museo los vagones del tren al atlántico, recientemente recuperados y constituidos como patrimonio nacional, sin embargo el personero del Museo Nacional sugiere no descartar otras locaciones, ya que, desde su criterio, hay que romper la idea de que los museos sólo se quedan entre cuatro paredes.
Con la creación de un “Museo del agua” en la zona se pretende visibilizar qué impacto ha tenido la contaminación de ríos como el que recorre el centro de Guápiles, así como la necesidad de un plan regulador que pueda declarar nuevas zonas de protección, una lucha que lleva varios años y cuyo estudio, no se ha podido concretar.
Miguel Badilla, director del AyA en el cantón de Pococí, manifestó que la institución está abierta a colaborar con la creación del museo, y recomienda que cualquier gestión debe realizarse mediante la presidencia ejecutiva o el departamento de comunicación institucional.