El AyA inició en Guápiles el 1º de Junio de 1963, en una oficina que le alquiló la Municipalidad por cien colones mensuales, donde estuvo el Catastro, contiguo a la agencia del Banco de Costa Rica, en el edificio que estaba frente a la plaza San Salvador.
Originalmente La United Fruit Company construyó la cañería tomando el agua de la finca Numancia, para brindar el servicio de agua a sus trabajadores. Cuando ésta se fue, la Municipalidad la tomó y cobraba 4.50 colones por trimestre, o sea 1.50 colones por mes. Al pasar el servicio al SNAA (Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados) este hizo inversiones tanto en la toma como en la cañería y aumentó el precio a 12 colones por mes.
La oficina inició con un funcionario, José Manuel Jiménez Céspedes, y una cuadrilla de campo de 5 personas a cargo de Romilio Salazar Guevara, que había sido partícipe de la construcción original del acueducto. Estos eran Ramón Cordero Arce Moncho curvas, Jorge Alfaro León Cachirupa —que también estuvo en la construcción del mismo y que luego se convirtió en el jefe de cuadrilla—, Ronulfo Núñez Mora y Rafael Ángel Moya Warren. La oficina de Guápiles dependía administrativamente de Desiderio Arias Guerrero, jefe de la oficina regional de Limón, y en la parte técnica directamente del ingeniero regional, que al principio era Herberth Farreth.
Fue en 1961 cuando el entonces presidente de la república José Joaquín Trejos Fernández creó el Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SNAA). Antes del SNAA, el servicio de agua a nivel nacional dependía del Servicio de Obras Hidráulicas del MOPT.
En 1970 la oficina se traslada a donde hoy hay una tienda, contiguo a la Farmacia Calle Central en el Finquero, pagando cien colones de alquiler. Posteriormente se trasladó contiguo a lo que es hoy Guápiles Sport Center, pagando 250 colones, pero con más espacio. Por último, y antes de irse a su edificio propio, se trasladó a donde está hoy Guápiles Sport Center.
En 1976 ingresó a trabajar Luis Jiménez Rojas, quien posteriormente quedó a cargo de la oficina. Otros funcionarios que ingresaron a laborar en ese entonces fueron Cecilia Molina —que aún labora—, Carlos Bolaños y Flor Chaves.
En 1988 se hizo una manifestación por parte de los usuarios de AyA, alegando precios muy caros y oponiéndose a la instalación de los medidores, por considerarlo injusto, además de la continuación del señor Manuel Jiménez a cargo de la oficina. Don Manuel se pensionó en 1994. Años después se crearon los acueductos de La Rita, Roxana y Cariari. El traslado al edificio propio se hizo aproximadamente en 1998.