Unafut y su responsabilidad con la educación ética de los niños que participan en sus torneos

Unafut y su responsabilidad con la educación ética de los niños que participan en sus torneos

Redacto este comentario, como padre de familia y como ciudadano, ya que considero mi responsabilidad, rechazar, denunciar, exponer todas aquellas acciones que impliquen daños a otras personas ya sea por corrupción, negligencia o simple incapacidad para la tarea que se tenga asignada.

Tengo dos años de seguir el Torneo de Fútbol  Infantil organizado por la UNAFUT en la categoría 2009, colaborando con el equipo U-10 de Santos de Guápiles donando mi trabajo como fotógrafo. La semifinal del torneo 2019 se realizó este domingo 23 de noviembre en Heredia, donde el equipo anfitrión derrotó 2 goles por cero al Santos en un partido de fútbol donde ambos equipos demostraron alta calidad, pero además con la entrega y la emotividad con que niños de 10 años viven estos encuentros deportivos que representan el inicio de su carrera deportiva.

Mi objetivo con narrar mi experiencia dentro de la cancha junto al los técnicos el día de ayer, es ser consecuente con mi responsabilidad de denunciar cualquier violencia, negligencia, incapacidad, discriminación o abuso de poder sobre todo cuando se trata de niños.

Desde el primer tiempo el partido fue intenso, el arquero herediano se lució con al menos 5 paradas de lujo. En ambos equipos la tensión era extrema, lo mismo que su entrega por lograr la anhelada clasificación.  

La preocupación en el equipo de santos inició desde el primer tiempo, el árbitro dejaba pasar faltas, o se equivocaba, lo usual. Lo que no fue usual es ver de cerca como parte del cuerpo técnico bromeaba con el línea, de forma extraña, uno le gritaba al otro, el línea le gritaba pero en broma que lo iba expulsar y en eso se entretenían.

Mientras el partido crecía en emoción. Los pequeños deportistas de ambos equipos daban cátedra de fútbol, mientras los adultos que los fiscalizan bromeaban entre sí con la confianza de viejos amigos.

Durante el segundo tiempo de los tres que se juegan en estos partidos el árbitro central pitó una falta, el equipo herediano colocó el balón e inició una jugada sin la orden del árbitro, que se encontraba dando la espalda a la jugada. Tras un intercambio de pases y poco antes del remate del equipo anfitrión, escuchamos el pitazo de validación de la jugada y segundos después el pito de gol. En el equipo del Santos ningún jugador se movió durante toda la jugada, nueve niños congelados viendo al árbitro, no entendían lo que había pasado. 

Quienes estábamos cerca observando ya lo esperábamos al ver como bromeaban el línea, el árbitro y personal del equipo anfitrión. Incluso una de las bromas y chistes que tuvimos que escuchar se hizo realidad cuando ante el reclamo de la Directora Técnica del Santos por la injusticia que estaba cometiendo, el juez la expulsa de forma inmediata. 

Tercer tiempo, Heredia sella su triunfo con otro tanto.

Dejo la pregunta para UNAFUT y para la Comisión  de Arbitraje ¿Qué aprendieron los niños de ambos equipos sobre el deporte este domingo?, ¿No es importante para ustedes, que las personas que trabajan junto niños sean personas calificadas o como mínimo honestas?, ¿No son las ligas menores la parte más delicada de su organización debido a la vulnerabilidad de niños en etapa educativa, donde una experiencia tan emotiva como una clasificación puede marcar su idea del deporte de forma permanente?

La sociedad costarricense se ha acostumbrado tanto; al maltrato, al engaño, que ya no sabemos defendernos. Podemos verla todos los días, sufrirla cada vez que accedemos a cualquier servicio en la gestión pública, aun en los casos en que somos atendidos por funcionarios honestos y empáticos, quienes son víctimas también de frustración e impotencia ante esta “cultura” que como pueblo costarricense estamos tolerando.

 

Randall Araya Villalobos

Cédula: 109530797

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