PABEL BOLÍVAR |
EL INDEPENDIENTE |
Cuando Ulises Blanco habla lo hace con soltura, sin miramientos. Por eso cuando este dirigente comunal y agricultor dice que la construcción de la Escuela policial es una estupidez o que el modelo de desarrollo para Limón no trae ningún beneficio, sabe que provocará incomodidad.
Este líder provincial analizó la estrategia de desarrollo que los últimos gobiernos (incluido el de Luis Guillermo Solís) han implementado, la cual según él está en función a los intereses del Valle Central.
Dicho modelo no se desprende de la tónica que se ha impuesto en la historia de Limón: desde el plan de fomento bananero ejecutado por Daniel Oduber (un plan agresivo para el cual no se estaba preparado) hasta el plan urbanístico que trajo a Limón gran cantidad de expulsados de precarios del valle central.
Así, en la actualidad cuestiona los dos proyectos “estrella” de este gobierno: la ampliación y mejoramiento de la ruta 32 y el desarrollo portuario, con la concesión a la empresa APM Terminals para administrar los puertos de Limón. Considera que, para exportar e importar, la infraestructura de Japdeva es suficiente, solo se necesita ampliarla un poco más, pero no se genera ningún encadenamiento productivo ni empleos de calidad. Por el contrario, no se ha evaluado el daño ecológico que produciría el hecho de que más buques atraquen en nuestros muelles.
Sobre la ruta 32 comenta que la provincia gana poco con una carretera de seis carriles, y advierte que es parte de los acuerdos adquiridos por el país en el marco del Plan Puebla Panamá.
La construcción, ya en marcha, de una academia policial en La Teresa de Pococí, es una iniciativa “estúpida”. Para Blanco, la demanda policial está en el área metropolitana, y la formación educativa en materia de seguridad bien la pudo haber incorporado una universidad a su currículo. Habrá gran concentración militar en la zona, mas ningún beneficio a la región.
Esta es la tónica, salvo algunas excepciones, del rumbo desarrollista de la zona y del país, y toma como ejemplo el turismo, donde Costa Rica no es un país competitivo a nivel centroamericano, aunque eso se transmita en los medios de comunicación. Prueba de ello es que se gradúan cientos de profesionales en administración hotelera pero terminan trabajando en hoteles en una posición que no es la suya. El servicio turístico se caracteriza por ser “fino”, con una variada oferta, pero en Costa Rica solo hay cuatro o cinco posibilidades, con mayor preferencia para adultos mayores que son quienes más nos visitan.
Este diagnóstico que realiza Blanco se relaciona con el estado actual de nuestro sistema educativo. A su parecer, se están creando profesionales calificados pero sin una oferta laboral que sostenga a esa juventud cada vez más instruida; la educación como agente de movilidad social no existe más. Se cuenta con personas preparadas pero igual de pobres, muy conscientes de que son pobres. Entre más se levante el nivel de la educación más habrá decepción.
OTRA ESTRUCTURA ECONÓMICA QUE GENERE ESTABILIDAD
“El peor engaño que tienen los costarricenses es creer que son mejores en todo; la economía basada en los servicios no garantiza el crecimiento económico sostenible. Las empresas se desplazan con mucha facilidad y prefieren países donde los costos de producción sean más bajos” subraya tajante.
Para Blanco, sin la inversión del Estado no hay posibilidad de desarrollo propio de la región, por eso es urgente conformar una estructura económica distinta que genere estabilidad y empleos de calidad.
Este modelo debe estar basado en el desarrollo agrario, aprovechando el recurso apícola, agropecuario e hídrico: pasar del desarrollo transnacionalizado al desarrollo local con altos valores agregados y aprovechando los recursos naturales.
Basta con mirar las economías sólidas de países europeos, entre ellos los escandinavos, que transforman bienes que provienen de la naturaleza, aunque reconoce que no es tan fácil aplicar este modelo en el país y mucho menos en la región centroamericana.
“Si el Estado no invierte en infraestructura productiva, no podemos salir adelante. Si un gobierno quiere hacer una carretera, primero debe tomar la decisión política que defina si es necesario construirla, luego viene la parte técnica. Además, si se toma una decisión política de cambiar a una estructura agraria local debe invertir en capacidades productivas” recomienda Blanco.
Entre los proyectos sostenibles que se pueden aplicar a futuro está la producción de leche de bajura con suplementos hidropónicos, donde se verá a jóvenes trabajando con altísimas tecnologías, pero se le debe “poner coco” e incrementar la inversión.
Otra propuesta es la inversión en biocombustibles, donde el país presenta un retraso ya que a diferencia de otros países no se ha comenzado a hacer la mezcla con el combustible fósil. La pequeña producción nacional de palma es la vía para producir estos combustibles amigables con la naturaleza.
Recuerda el potencial hídrico de la región, que no solo se subutiliza, sino que se hace irresponsablemente. La energía hidráulica genera gran ventaja económica y autosuficiencia energética por lo que es otra vertiente a seguir. A nivel de infraestructura, es necesario recuperar los derechos de vía de la línea férrea.
Ulises Blanco es realista tanto en su evaluación de la realidad provincial como en las propuestas para generar una transformación económica y social. Soñar con los pies en la tierra, pero soñar igual. Los recursos están, tanto en la naturaleza como en las capacidades profesionales y humanas de la población.